Ya hace algunos siglos que he empezado a sospechar que he caído sin quererlo en tu gravedad. Es como si andara siempre en espiral, cuando encuentro una salida tú apareces, niña imantada. Y ahora yo he de admitirlo. Y ahora yo presiento que has vencido y no hay manera humana de escapar. Así que alégrate lo has conseguido, los días sin ti serían precipicios. No hay manera humana de escapar. Nadie, nunca nadie, nadie excepto tú puede enviarme hacia el espacio y devolverme hacia su cama. Y en las horas más oscuras me harás levitar. En descuidos crearemos universos, niña imantada.
domingo, 12 de febrero de 2012
No hay manera humana de escapar...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario