miércoles, 21 de diciembre de 2011

Whisky

Abrimos una botella de Whisky mientras hablábamos de tantos temas como países hay en este mundo.
Me contaba las historias que había tenido y yo , mientras , le escuchaba con atención. Yo le estuve contando toda mi vida desde cuando era pequeña y él se reía a veces. Recuerdo que a medida que pasaba el tiempo se iba acercando a mí, y yo a él, pero disimuladamente, los dos sabíamos las ganas tremendas que teníamos de comernos a besos pero ninguno se atrevía a dar el primer paso.
Estábamos ardiendo, su cuerpo desprendía un calor que se juntaba con el mío y nos caían las gotas una a una.
Me levanté para abrir la ventana, cuando de repente me cogió del brazo para que no lo hiciese, se abalanzó hacia a mí y me dijo   ; Si supieras las ganas que tengo de destrozarte, saldrías corriendo del miedo que te iba a causar.
Mis piernas, a la vez que iba diciendo eso, iban temblando, sudaba como un animal en una jaula y es que ... su voz, su pelo, me hacía decaer cada vez más. No quería ser la típica que se acostaba con el primer tío que pillaba , pero es que llevaba años sin sentir eso que me me entró por el cuerpo, así que sin pensarlo , le miré a los ojos y empecé a quitarme la camiseta como si no hubiese mañana, y el así, a mi ritmo , empezó a desnudarse. Estuvimos dos horas apasionadas, como dos salvajes en la jungla, como animales.
Me hacía daño, pero me gustaba.
Nunca nadie me habían hecho el amor de esa manera y tampoco me habían hecho sentir tan bien.
Cuando terminamos, se tumbó a mi lado y me miró con cara de vicio, con cara de " quiero más " , así que le dije  " ¿ repetimos ? " no respondió, solamente, lo hizo.


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