sábado, 7 de enero de 2012

Buscándote, buscándome.


Anduve todo el día , despacio y deprisa a la misma vez , buscaba tu cara entre un millón.
Vine insólito de aquel acontecimiento, ver que parte de mí se había ido contigo era aterrador, no quería abrir los ojos y empezar una nueva vida, al menos no ahora.
Aún sentía tu presencia, tu olor, aún sentía que vivías, aunque solo vivías dentro de mí.
Tu latido me acompañaba a cada paso , cada respiración iba arrastrando un silencio cada vez más vacío , más efímero ...
El simple hecho de saber que ya no ibas a estar más a mi lado impedía que pudiese seguir andando.
Me asfixiaba la idea de no ver tu sonrisa jamás, era como si estuviera dentro de una caja y no pudiese moverme, como si no tuviera respiración, notaba una sensación parecida a cuando te arrancan el corazón y lo  pisotean sobre el asfalto. Nunca había sabido cómo era esa sensación hasta que te perdí.
No me sentía yo si tú no estabas conmigo. Quería que esa noche terminara, enloquecía si seguía imaginándome sólo, en la habitación, sin que tu aparecieras, día tras día, noche tras noche ...
Era espantoso ver cómo se iba deteriorando mi alma , mi ser, cada vez mi yo, se hacía más pequeño y se consumía hasta no ser nada.
Intento buscarme ahora que ya todo se ha calmado, y aunque dentro de mi , mi corazón ya no tenga razón por la que latir, yo sigo buscándote, aún hay algo que vive en lo más profundo de mi ser, tu recuerdo.
Por mucho tiempo que pase, siempre seguirás durmiendo en el mismo lado de la cama y seguirás viviendo en la misma parte de mi corazón, estés donde estés.

1 comentario:

  1. Que vas echando de más lo que un día echaste de menos (8)
    Y es así. Tarde o temprano uno se olvida del dolor y sigue viviendo, que para eso estamos aquí.

    ResponderEliminar