lunes, 2 de enero de 2012

Mis últimos días. (Parte 2)

Le ví y no sé, parece que me asusté porque bajé la mirada corriendo, me daba impotencia esa mirada.
Fue un segundo pero sus ojos se clavaron en los mios y viceversa. Yo nunca he sido una chica muy atrevida pero decidí sentarme en la barra, a su lado había una silla vacía.
Sé que me miró y cuando yo bajé la mirada, él la apartó de mi y hasta que no me senté a su lado no despegó sus ojos de su copa.
Al sentarme me soltó " parece que tienes frio " yo, le ignoré mirando mis uñas y mordiendome los padrastros y cuando vino el camarero pedí una cerveza, me la puso rápidamente, la cogí con picardía y giré mi asiento mirando hacia él. Yo no buscaba nada, pero quizá me apetecía hablar con alguien que no era de mi entorno y que me pudiese transmitir alguna que otra sensación nueva.
Le miré sonriendo de una forma un poco chulesca y le dije " si tengo frio, es mi problema " y me di la vuelta, él, a su vez, bebió de su copa y se largó del bar. Pasaron como .. cuarenta y cinco minutos y en ellos, me bebí 4 cervezas y, sabías qué?, solo pensaba en " joder, se ha ido, joder se ha ido, joder se ha ido " pero bueno, estuve entretenida oyendo esas canciones de jazz que suelen poner en ese bar.
Era muy cutre y simple, aunque el desconectar me hizo sentirme mejor.
Pagué las cervezas y me fui un poco " decepcionada " , pero al menos, con menos frio.
Andé y doblé la esquina, ya no llovía pero hacía un frio de cojones. Las manos me ardían del frio y me notaba los labios muy secos. Iba dando golpecitos a unas piedras, iba la verdad, muy aburrida.
Me dio por mirar hacia adelante y vi un banco, y en él el muchacho del bar, me hice la tonta y seguí andando, como si no me importase, pero por dentro solo me apetecía acercarme a él, me llamó demasiado la atención. Cuando pasé ya el banco estaba nerviosa, quería que me dijese algo, se ve que no se dio cuenta, estaba leyendo un libro y de repente oi que me chistaban, yo, muy tonta, me giré enseguida, se me notó a leguas que quería sentarme a su lado.
Le dije, " ¿ si ?, ¿ quieres algo ? " me contestó , " quiero muchas cosas, si tú supieras, anda , sientate aqui conmigo un rato ".
Me mosqueé y le solté " no, no me voy a sentar porque tú me lo pidas, sino porque me apetece "
Y me senté.

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